Quizá la primera definición de ingeniería fue la del conde Rumford, quien en 1799
dijo que era: “la aplicación de la ciencia a los propósitos comunes de la vida.” Sin
embargo la más conocida fue la dada en 1828 por el arquitecto británico Thomas
Tredgold presidente de la Institution of Civil Engineers, la llamó «el arte de dirigir
las grandes fuerzas de la naturaleza y usarlas para beneficio del hombre». Para esa
época la definición era apropiada pues no se había consolidado aún el papel de la
ciencia y la tecnología en el quehacer ingenieril.
A principios del siglo XX, las organizaciones ya intervenían en la definición, así en
1907 Henry G. Scott la definió como: “el arte de organizar y dirigir a las personas y
controlar las fuerzas y materiales de la naturaleza en beneficio del hombre”, una
amplia concepción que contrasta con la manera como, en 1928, los ingenieros civiles
definían su profesión: «el arte de la aplicación práctica del conocimiento científico
y empírico al diseño y producción o realización de varios tipos de proyectos
constructivos, máquinas y materiales de uso o valor para el hombre».
De una manera más general, en la actualidad se proponen nuevas definiciones, cada
vez más largas y complejas. Un ejemplo es la definición adoptada por el Consejo de
Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería de México: «La ingeniería se considera
como una profesión que mediante el conocimiento y aplicación de las matemáticas
y las ciencias naturales, integradas en el estudio, la experiencia y la práctica,
desarrolla un conjunto de métodos que utilizan y transforman los materiales y fuerzas
de la naturaleza con economía y respeto al ambiente, en beneficio del ser humano.
»
De acuerdo con la definición del Larousse “Ingeniería es la aplicación de los conocimientos
científicos a la invención, perfeccionamiento y utilización de la técnica
industrial en todas sus ramas. Estudios que permiten fijar las mejores orientaciones
para la realización óptima de una obra o un programa de inversiones”. Otra acepción,
también de Larousse es: “Arte de traducir en realizaciones prácticas el conjunto
de conocimientos científicos y tecnológicos relativos a una rama de las actividades
humanas, y por ello existen diversas especialidades de la ingeniería, las cuales
aumentan a medida que aumenta el caudal de conocimientos y de sus aplicaciones”.
Una definición general es: “El arte de tomar una serie de decisiones importantes,
dado un conjunto de datos completos e inexactos, con el fin de obtener para un
cierto problema, de entre las posibles soluciones, aquellas que funcionen de manera
más satisfactoria”, la cual fue propuesta por el ingeniero Hardy Cross [1].
Una definición adaptada al medio colombiano, es la elaborada por el ingeniero
historiador Gabriel Poveda: «Ingeniería es el conjunto de conocimientos teóricos,
de conocimientos empíricos y de prácticas, que se aplican profesionalmente para
disponer de las fuerzas y los recursos naturales, y de los objetos, los materiales y
los sistemas hechos por el hombre para diseñar, construir, operar equipos, instalaciones,
bienes y servicios con fines económicos, dentro de un contexto social dado,
y exigiendo un nivel de capacitación científica y técnica ad hoc –particularmente en
física, ciencias naturales y economía– especial y notoriamente superior al del común
de los ciudadanos» [2].
En resumen, y de acuerdo con un grupo de ingenieros de la Universidad Nacional,
1.1 Definiciones
Introducción a la Ingeniería 17
“el ingeniero fundamenta su campo ocupacional en la aplicación del conocimiento
de las ciencias naturales mediada por la utilización de las herramientas matemáticas;
para aprovechar adecuadamente los recursos energéticos; transformar la materia y
los materiales; proteger y preservar el ambiente; producir, reproducir y manejar
información; gestionar, planear y organizar los talentos humanos y los recursos
financieros para el beneficio de la humanidad mediante el diseño de soluciones
creativas y la utilización de las herramientas disponibles. Para desarrollar esta labor
el ingeniero se acompaña de científicos, tecnólogos, técnicos y artesanos, con el
fin de materializar estas realizaciones o concretar soluciones.”
La ley sobre educación, Ley 30 de 1992, Artículo 36, la define así: «Ingeniería es la
profesión que se fundamenta en los conocimientos de las ciencias naturales y
matemáticas, en la conceptualización, diseño, experimentación y práctica de las
ciencias propias de cada especialidad, buscando la optimización de los materiales y
recursos, para el crecimiento, desarrollo sostenible y bienestar de la humanidad.”
Estas son definiciones de la ingeniería como profesión, sin embargo el vocablo
ingeniería comprende más que eso, no hay que olvidar que la ingeniería era ya
milenaria cuando se intentó definirla, nació antes que la ciencia y la tecnología y
puede decirse que es casi tan antigua como el hombre mismo. Obviamente esta
concepción de lo que es un ingeniero se sale de los estrechos marcos de las
conceptualizaciones actuales. No se pretenderá que los ingenieros primigenios
fueran científicos y mucho menos que conocieran la tecnología, eran simplemente
ingenieros. Por ello ingeniero no es quien tiene título, es quien ejerce la ingeniería,
la profesión que concreta los sueños y construye los ingenios de todo tipo, desde
la rueda hasta los cyborgs, entendiendo como ingenio ya sea una máquina o artificio
de guerra o bien una cosa que se fabrica con entendimiento y facilita la labor
humana, que de otra manera demandaría grandes esfuerzos.
La primera definición de ingeniero que figura en el Concise Oxford Dicitonary
continúa siendo: “Aquel que diseña y construye máquinas u obras militares”. En
realidad la palabra ingeniero apareció en la Edad Media para designar a los constructores
de ingenios, aunque junto con el sacerdocio y la milicia, la ingeniería fue
una de las primeras profesiones en aparecer. Sin embargo, apenas en el siglo XIV el
ingeniero empezó a desenvolverse como entidad separada a consecuencia de la
empresa militar, proyectando fortificaciones, canales y armas de asalto.
Como señala Mumford la técnica en sus formas tradicionales no proporcionaba
medios de continuar su propio crecimiento. La ciencia, al unirse a la técnica, elevó
por así decirlo el techo de la realización técnica y amplió su alcance. Apareció la
tecnología y en la interpretación y la aplicación de la ciencia apareció un nuevo
grupo de hombres, o, más bien, una antigua profesión cobró nueva importancia.
Entre el industrial, el simple obrero y el investigador científico, apareció el ingeniero
moderno [3].
En esta perspectiva la ingeniería es una de las muchas empresas sociales, relacionada
con los grandes acontecimientos de la humanidad y se puede inscribir como
participante en eventos como la revolución urbana, a través de las edades, el ingeniero
ha estado al frente como un hacedor de la historia. Sus logros materiales han
tenido tanto impacto como cualquier otro desarrollo político, económico o social.
Casi desde su inicio la ingeniería tuvo dos aplicaciones: una de uso cotidiano y una
de uso mítico. El primer mundo conceptual corresponde a la solución de las necesidades
civiles y militares que permitió construir todo tipo de obras y espacios para
realizar actividades cotidianas y colectivas. La otra aplicación, de carácter sacro, se
refiere a la fabricación de utensilios y la creación de espacios más complejos y se
concretó, sobre todo, en las construcciones de templos y tumbas. Este aspecto
mágico de la ingeniería podría indagarse en las obras de todas las civilizaciones,
desde los megalitos, los ziggurats sumerios, las mastabas, pirámides y templos
egipcios, los templos minoicos, los laberintos cretenses, los monumentos romanos,
las catedrales góticas, las pagodas orientales, las pirámides americanas, las tumbas
agustinianas, hasta los templos más modernos. Esto se puede rastrear en cualquier
cultura, antigua o actual.
Así desde el mundo antiguo se percibió a la ingeniería como un quehacer que
competía con las fuerzas naturales y las domeñaba, como una profesión atenta a la
invención de los ingenios de guerra, de las máquinas de extracción del agua, de los
caminos, de los canales, de los puentes, del desecamiento de los pantanos, de las
galerías subterráneas, de los grandes ingenios portuarios, de las defensas de las
ciudades...
Esa percepción de que la ingeniería enfrentaba las fuerzas de la Naturaleza comprendía
en ella una componente técnica, pero sobre todo intuía una porción mágica,
sagrada: el portento de alterar los ritmos y las figuras del ser natural. Unos portentos
que asombraban, atemorizaban y hacían al mismo tiempo que el hombre se
atreviera a lo insólito con el imaginar de su inventiva.
Sin embargo, por esa misma percepción los ingenieros han sido llevados al banquillo
de los acusados por el gran público, de un lado, por quienes les exigen que hagan
más por el bienestar de la sociedad y de otro, por los críticos del progreso y la
tecnología, en especial los pacifistas y los ecologistas.
Para comprender mejor qué es la ingeniería, que se basa en la ciencia y la técnica y
que encarna la tecnología, es conveniente adelantar algunas definiciones sobre éstas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario